Primer día de playa. Observo a los que están a mi alrededor. Algunos caminan por la orilla disfrutando la brisa o juegan con los niños con una sonrisa y un bronceado envidiables. Llevan unos días en la playa y parecen llenos de vida, radiantes, felices.
Otros permanecen tumbados inertes en la hamaca durante horas, con la cabeza torcida y la baba chorreando, o utilizando compulsivamente el móvil como si fuesen a perder la wifi y morir. Blancos y ojipláticos. Acaban de llegar y me da la sensación de que están más muertos que vivos. ¿Serán zombies?. Me entran ganas de tomarles el pulso para asegurarme que no les ha dado un síncope y se han quedado más tiesos que la mojama. ¿Cómo podemos llegar a unas vacaciones con ese estado de m… muertos?, ¿En qué momento se convirtieron en muertos vivientes?
Vida de zombies
Charlo con mi amigo Luis mientras nos tomamos una cerveza y me dice «Eva necesito un cambio en mi vida. Me levanto a las 7 y vuelvo a las 9 a casa. Hay días que no como o tomo algo mientras sigo trabajando. He cumplido 50 y llego a casa tan cansado que no tengo ganas ni de cenar. Esto no es vida«. Luis se acaba de separar. Ahora vive solo y se ha dado cuenta del coste que ha pagado por su trabajo.
Otra caña, otra conversación. Abel acaba de terminar los estudios como biólogo. Quiere especializarse en investigación para la cura del cáncer. Lleva trabajando de camarero desde primavera para conseguir dinero para el máster de especialización. Le pregunto qué porcentaje del precio total ha ahorrado y me dice que menos de un 10%. ¿Cúal es el precio? 24.600 € + la estancia en Barcelona durante el tiempo que dure. Sigue trabajando pero se ve viejo para cuando consiga reunir el dinero que convierta sus sueños en realidad. Tal vez estemos perdiendo a un gran bioterapeuta o como se diga.
Seguro que en estos dos ejemplos, reconoces a muchas personas de tu entorno. Personas que se encuentran atrapadas en un trabajo que les absorbe toda la energía, personas que poco a poco van perdiendo la esperanza de conseguir sus sueños porque los ven cada día más lejos. ¿Merece la pena seguir así hasta el final de tu vida?
La pregunta que despierta zombies
Si hasta ahora has trabajado para «sobrevivir», con un trabajo que te quitan energía y vida, es el momento de plantearte de si quieres convertirte en zombie o persona.
[bctt tweet=»Para cambiar es necesario un cambio. Hacer algo diferente, pensar diferente, encontrar soluciones diferentes» username=»evaluque»]
Pregúntate qué puedes hacer hoy diferente para conseguir tus #objetivos, tus #sueños»
Repítetelo de noche y de día. Una y otra vez. Toma nota de las ideas que te surjan. Hazlo durante una hora, un día una semana… hasta que surja la respuesta con la que realmente te sientas viv@, que te haga latir el .corazón.
Ahora piensa ¿qué tengo yo que pueda ofrecer a los demás que me haga disfrutar con lo que hago, que aporte beneficios a otras personas y por lo que ellos estarían dispuestos a pagar?
Luis está en el proceso de buscar, y Abel ya tiene unas claves para ir directo a conseguir financiación para sus estudios con varias instituciones y empresas. Eso sí, planteándoles un proyecto en el que esas organizaciones conseguirán beneficios tangibles, razones por las que invertir en su carrera. Un ganar-ganar para ambos.
Si aportas soluciones, si aportas beneficios claros y los das a conocer, te posicionas como una persona viva, con la que trabajar y por la que tanto empresas como clientes apostarán. Tu marca personal es eso, qué cualidades te definen y qué aportas a los demás.
Feliz #marcapersonal
Eva Luque
Coach de Marca Personal para Cambios Profesionales
#yomarcomimarca
www.evaluque.com