En busca de la felicidad (I)

Hola de nuevo!!. Hace unos días asistí al II Congreso de la Felicidad. Me parece grandioso que cientos de personas se reúnan físicamente y otras miles a través de internet para escuchar opiniones y experiencias sobre la felicidad. Será porque en definitiva es lo que buscamos todos. Si tuviese que resumir un par de ideas que se repitieron continuamente en este congreso serían que la felicidad es la ausencia de miedo (el miedo puede ser útil en ocasiones pero no el pánico que nos bloquea y nos impide ser felices) y que compartir con otras personas da propósito a nuestra vida. Como decía Jaume Sanllorente, para respirar tomamos aire pero si nos quedásemos con ese aire en nuestro interior, nos moriríamos.

Hoy me gustaría comenzar con las píldoras que el siquiatra Luis Rojas Marcos dejó en forma de Protectores de la felicidad, muchos de sentido común que si nos paramos a pensar nos daremos cuenta que nos han funcionado a lo largo de nuestra vida. Rojas Marcos define la felicidad como la satisfacción con la vida en general, teniendo además en cuenta los siguientes aspectos:

  • Hablar mucho. Recomendado para el corazón, baja la tensión y las pulsaciones. Una buena conversación es un placer, eso lo sabemos todos y además nos ayuda a narrar nuestra historia y darle sentido incluso cuando lo hacemos con nosotros mismos. Hablar en alto en contra de lo que muchas veces nos han dicho, es bueno.
  • Las relaciones afectivas con otras personas.
  • El ejercicio físico. El tener una disciplina, ya ayuda pero además estimula las endorfinas y previene de enfermedades como la diabetes, hipertensión, depresión.
  • Hacer cambios. La vida es cambio y el cambio es vida. Si tenemos la capacidad de adaptarnos en lugar de resistirnos, dejaremos de sufrir por todo continuamente.  La resilencia o flexoresistencia es nuestra capacidad para adaptarnos a las situaciones difíciles y superarlas.
  • Poner el control dentro de nosotros. Las personas que  ponen el control de ellas, y piensan «yo puedo hacer algo» protegen su felicidad más que los que piensan que sea lo que Dios quiera.
  • Pensamiento positivo u optimismo. Si me enfrento a un desafío y pienso en otros que retos que he superado anteriormente, pienso «éste también».
  • El estilo explicativo. Las explicaciones a las situaciones podemos darle un enfoque positivo o negativo. Si elegimos el negativo pensamos que dura para siempre, me afecta a mí y no tiene solución. Si elegimos el positivo pensamos que es algo puntual, no es culpa mía y tiene solución.
  • La autoestima. Valorarnos positivamente.
  • Diversifícar las parcelas de felicidad. Hacer las cosas que nos hacen felices en distintas parcelas de la vida y con personas diferentes.
  • Tener sentido del humor.

Os incluyo el video para que podáis escuchar al doctor de primera mano con sus  Protectores de la felicidad. Disfrutadlo y sed felices.

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