Hace pocos días fue el aniversario del 11-S. Con sólo pronunciar esa clave «11-S», nos vienen de golpe imágenes y emociones muy intensas. Hace ya 14 años, y la mayoría de nosotros, podemos recordar como si fuese ahora mismo qué estábamos haciendo, qué vimos y sobre todo qué sentimos. ¿Por qué recordamos este acontecimiento con tanta claridad?
La explicación que nos da la neurociencia es bien sencilla. Es lo que los psicólogos denominan recuerdos de tipo flashbulb, memoria que se desencadena por un evento con niveles críticos de sorpresa y consecuencialidad y que crea un registro permanente de los detalles y circunstancias de la experiencia en nuestra mente y nuestro cuerpo.
Estamos programados para aprender a través de las experiencias. Cuanto más intensas son, más impactan en nuestra memoria como aprendizaje.
Si un día encendiste un petardo en la mano y tardaste en soltarlo, probablemente sentirías un dolor que se registró no sólo en tu cuerpo, sino también en tu mente. Esta experiencia te ayudó a aprender que los petardos se encienden en una superficie que preferentemente no sea tu mano, y que si los enciendes en tu mano, es mejor que lo sueltes rápido. Cada vez que vas a encender algo con mecha, recuerdas lo que sentiste aunque sólo sea como un flash y te ayuda a tomar mejores decisiones. Esta información te ayuda a sobrevivir.
¿Por qué recordamos tan bien el 11-s?
Cada vez que tenemos una experiencia, nos llega información a través de nuestros sentidos (vista, olfato, gusto, oído o tacto). Esta información se dirige a nuestro cerebro y una jungla de neuronas se activan para mapear esa experiencia como un recuerdo. Al mismo tiempo, se liberan sustancias químicas llamadas neurotrasmisores que provocan sentimientos o emociones específicas relacionadas con la experiencia vivida.
Cada vez que viene a nuestra memoria la imagen u otras sensaciones de ese acontecimiento, se vuelven a activar los mismos neurotransmisores que provocan a su vez la misma emoción. Cuanto más se repite esta cadena (y mira que pusieron veces las imágenes de las Torres Gemelas y el Pentágono cayendo), más fijada queda en nuestra memoria.
El 11-S, la mayoría de nosotros vimos en las noticias las imágenes del suceso (vista) y escuchamos los testimonios de los reporteros y las personas que lo estaban presenciando (oído). A muchos de nosotros se nos erizó todo el cuerpo ante esas imágenes y el impacto emocional fue tan fuerte que se nos quedó grabado a fuego en nuestra memoria. Cuando recordamos esa experiencia del 11-S, vuelven a nosotros las imágenes, los sonidos y sentimientos de aquel momento. ¿Por qué?. Cuanto más nueva sea la información y más importante es para nuestra integridad física, para nuestra supervivencia, más información retenemos en nuestra memoria.
¿Cómo podemos utilizar experiencias de alto impacto en nuestro beneficio?
Imagina que estás ante un reto, una tabla de madera de pino de unos 2 centímetros de grosor y te piden, que la partas con tu mano de un golpe como hacen los karatecas delante de 200 personas. ¿Cuál es tu primer pensamiento? ¿Cuál es tu creencia respecto a lo que eres capaz de hacer? Probablemente que es imposible partirla si no eres karateca, que vas a quedar en ridículo si no lo consigues…
Ahora imagina que de pronto, estando delante de esa tabla, recuerdas un momento de tu vida en que conseguiste una proeza, algo que de entrada creías que era imposible hacer o conseguir y que frente a todo pronóstico, conseguiste. Recuerdas el momento en que lo lograste y todo ese estado de euforia, de poder, de logro, vuelve a ti. Miras fijamente a la tabla, te concentras, sientes esa energía de poder que te llevó a conseguir tu imposible la vez anterior y, la partes en dos, tres trozos.
A un éxito anterior, has sumado un nuevo éxito, has multiplicado esa confianza y sensación de poder que ya tenías. La próxima vez que te enfrentes a un nuevo reto, tus creencias sobre lo que eres capaz de hacer habrán cambiado no sólo a nivel físico, sino también neurológico y emocional. Sabrás que puedes hacerlo porque ya lo has conseguido antes. Esto es lo que llamamos anclaje de poder y lo que hacemos en nuestros entrenamientos de alto impacto. Si quieres mayor impacto para tu equipo, tu empresa o para ti, contacta con nosotras en info@coachingindoor.com
Eva Luque
evaluque@coachingindoor.com
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