Hablar de felicidad hoy en día es catalogado por algunos como pura demagogia, como algo ilusorio para otros, incluso como una moda más, un «trending topic» que ya pasará. Pero ¿no es tu máxima aspiración en la vida ser feliz? ¿Por qué no iba a ser la aspiración de una empresa cuando además las empresas están formadas por personas como tú y como yo?. Dime la verdad, ¿crees que se puede ser realmente feliz en la vida si no lo eres en el trabajo?
Cuando ya no eres feliz en el trabajo
Hace unos años David Tomás se dio cuenta que la empresa que había co-fundado hacía unos años, no le hacía feliz. Había perdido la ilusión con la que partía al principio y tomó una decisión, transformarla en una empresa feliz.
Lo primero que hicieron fue hacer los procesos de incorporación y selección más lentos y profundos. Luego sentarse todas las personas que formaban la empresa para definir su cultura: cómo serían las relaciones entre las personas de la compañía, con los clientes y hablar sobre su propósito, su visión y sus valores.
La empresa más feliz del mundo
Hace unos años, David publicó un libro, La empresa más feliz del mundo. Una historia sobre un chico que ha de hacerse cargo de un negocio familiar que hereda al morir su padre: dos librerías. Este chico, había estado trabajando varios años con una tribu llamada los umeni e intenta aplicar su forma de pensar, sentir y actuar al negocio. Esta novela recoge la filosofía de Cyberclick.
No voy a hacer un spoiler pero sí me gustaría destacar la forma en que las personas entran y salen de las empresas. Cuando entran, son las personas que forman «la tribu», quienes van a trabajar con ella, quienes tienen la última palabra. Son quienes comparten un tiempo para conocerla no sólo como profesional, sino también como persona para ver si comparten valores.
Y cuando sale, también tiene el respeto y el respaldo de la tribu para hacerlo de forma digna, respetuosa y sobre todo con el apoyo necesario para que pueda continuar su camino en otra. Pasados tres meses de su incorporación, tienen una reunión para compartir cómo se han sentido en ese tiempo y si quiere continuar. Si decide que no, le pagan dos meses de salario para que pueda buscar otra empresa donde realmente se sienta feliz. Porque al fin y al cabo, el talento no se puede retener.
Este pequeño libro, está lleno de grandes aprendizajes y mejores prácticas. No en vano, llevó a Cyberclick a ser elegida «great place to work» por dos años consecutivos en la categoría de PYME. Es una historia que llega tanto, que nos hace a todos ser más umeni.
Es una historia que llega tanto, que nos hace a todos ser más «umeni». Merece realmente la pena para reflexionar sea cual sea tu posición, como líder de una empresa, como líder de un equipo o como líder de tu propia vida.
Os dejo con una entrevista que le hice hace un par de meses para empresas ubuntu y donde conversamos sobre umeni, tribus y buenas prácticas de felicidad. Gracias David por compartir tanta sabiduría y con tanta amabilidad.