¿Has ido alguna vez por la calle y de pronto te has encontrado el camión de la basura teniendo que ir detrás de él si o si durante un buen rato?
¿Has sentido ese olor tan desagradable que incluso te revuelve el estómago y que por mucho que subieses las ventanillas entraba por todas partes?
¿Has deseado poder echar marcha atrás y darle de lado?
El otro día me pasó mientras iba en moto. Ahí no hay tan siquiera una ventanilla que subir. ¡Qué ratito pasé!.
Mientras estaba cerca, me di cuenta de que el camión de la basura es como las personas tóxicas, esas personas llenas de pesimismo, quejas y calamidades.
- Vas percibiendo ese «tufillo» que te hace sentir mal, que te revuelve el estómago antes incluso de tenerlo al lado.
- Según se va volcando más basura, más se remueve el aire, peor huele y peor te sientes.
- Si abres la boca y respiras, te impregnas de ese olor nauseabundo.
- A veces no hay forma de esquivarlo, te toca «aguantarlo» durante un tiempo.
¿Qué hacer con personas tóxicas?
Con el camión de la basura está claro qué hacer: intentar evitarlo, darle esquinazo lo antes posible, subir las ventanillas y poner la ventilación interior del coche… pero ¿y con las personas tóxicas?
Te cuento qué hago yo, a ver si a ti te puede servir. Para mí lo más importante es evitar comprarle su basura
Si son personas de mi entorno, personas con las que convivo a diario, que quiero y me importan, les hago ver con cariño sus visiones y cómo le hacen sentir ante la vida. Muchas de las expresiones que utilizan son generalizaciones del tipo: «todo el mundo…», «todo está mal» , «siempre ocurre lo mismo…» En esos casos simplemente le pregunto ¿todo, todo el mundo?, ¿todo, todo?, ¿siempre, siempre? y sin entrar en discusión, si ellos no lo encuentran, le doy un caso que rompe la regla. o simplemente les pregunto ¿tú también?
Si son personas que simplemente me encuentro en una ocasión determinada y además son cabezotas. Si son ese tipo de personas que prefieren tener la razón a ser felices:
- Procuro entender que probablemente eso es lo que le han enseñado, lo que ha vivido, lo que ha experimentado o aprendido de las personas de su entorno.
- Respeto su punto de vista sabiendo que yo tengo el mío basado en puntos de vista y experiencias diferentes.
- En cuanto me es posible, me alejo de estas personas. Entiendo que cada ser humano, hacemos lo que podemos con los recursos que tenemos y que probablemente el tener esa visión y compartirla, le da buenos resultados (hay personas que le dan la razón y le hace sentir importante, o le justifica para no tener que cambiar o…) Hay personas que compran «mierda» porque no saben que hay depuradoras, que ayudan a procesar y cambiar.
Si eres una persona tóxica, debes saber que si quieres, puedes cambiar. Todo es entrenamiento
Si no eres una persona tóxica y te encuentras de vez en cuando con esos «camiones llenos de basura», piensa que todos generamos residuos que tarde o temprano ponemos en un contenedor. Seamos lo más eco-lógicos posible para que este mundo sea un mejor lugar donde vivir.
¿Tú que haces cuando te encuentras una persona tóxica?, ¿qué te funciona?
Eva Luque
evaluque@coachingindoor.com
Usar la palabra tóxico para referiste una persona es algo que menos espanta, sobretodo de quienes dicen respetar la opinión y el ser de los demás.
Me parecen personas prejuiciosas y hedonistas.
Hola Carolina.
Más que una persona orientada a los placeres, me considero una persona orientada a lo positivo de la vida (las palabras, las experiencias, los aprendizajes, las emociones… que nos ayudan y aportan en lugar de aquellas que nos alejan de nuestras fortalezas y de nuestra felicidad.
Comparto contigo la escasa simpatía hacia el término acuñado de «personas tóxicas». Tóxico es un término poco amable para hablar de personas.
Muchas gracias por compartir tu opinión y te invito a que sigas aportándola cada vez que te apetezca. Un abrazo