Estar preocupado u ocupado

Hace un tiempo compartía un momento de café con una amiga y le contaba algo que me estaba ocurriendo. Le dije «estoy muy preocupada porque si esto no cambia, las cosas irán a peor». Ella me miró y me dijo: «¿Estás preocupada u ocupada?, porque si como dices estás preocupada, es fácil que las cosas no cambien y vayan a peor pero, ¿y si en lugar de estar preocupada te ocupases?, ¿qué ocurriría?. Toma ya.

Cuando te preocupas:
  • Tu mente genera por lo general un mal escenario (o el peor) de lo que puede suceder (y digo puede porque hay muchas combinaciones por no decir infinitas que pueden ocurrir). Que casualidad que de todas ellas, solemos escoger la peor o de las peores. ¿Te ha pasado alguna vez esto, que al final no era tan malo como imaginaste?
  • Ante ese mal escenario, tu mente actúa. Pone en marcha una serie de sustancias químicas en tu organismo que te preparan para solventar esa situación de peligro.  Nuestro cerebro no sabe diferenciar entre lo que es o no real. Ante el peligro que imagina, segrega entre otras hormonas, testosterona y glucocorticoles (también llamados hormonas del estrés). Comenzamos a sentir ansiedad.
  • A nivel físico, aumenta la tensión arterial, la glucosa en sangre, la sangre se concentra en las extremidades en lugar de los órganos con el consiguiente mal funcionamiento del corazón, riñones, hígado, órganos sexuales, etc., y nuestro sistema inmunológico se debilita. Las consecuencias de todo ello, las puedes imaginar. Además se destruyen neuronas del hipocampo.
Cuando te ocupas:
  • Imaginas un mejor escenario en el que las cosas se han solucionado.
  • Las sustancias químicas que liberas son distintas: dopamina, serotonina y endorfinas. Éstas últimas hormonas de la felicidad, que generan confianza en ti mism@.

La segregación de estas sustancias, mejoran la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales. Las áreas de tu cerebro que se activan, son las que pertenecen a la zona prefrontal. La zona prefrontal del cerebro, es el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional.

  • Ante este mejor escenario y búsqueda de soluciones, el cuerpo funciona correctamente y nuestras defensas están intactas y reforzadas para ayudarnos ante «peligros reales».

La confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión favoreceren las funciones superiores del cerebro (la capacidad para desarrollar estrategias, alternativas, soluciones) las defensas inmunológicas de nuestro cuerpo.

cueces-o-enriqueces¿Recuerdas el anuncio aquel en que te preguntaban ¿tú cueces o enriqueces?.  ¿Dejas el guiso horas y horas cocinando para que coja sustancia, hasta que se te pega? o ¿buscas nuevos ingredientes que lo hagan más rico?.

Ésto es lo mismo. ¿Le das vueltas una y otra vez al problema o buscas soluciones?.

Si quieres aprender a generar nuevos estados que te sean de ayuda y enriquecer tu vida, contacta con nosotras o apúntate a nuestro seminario On Air de Madrid

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