El poder de los pensamientos. SOS atrapados en la tela de araña

Los pensamientos son como las telas de araña: nos atrapan, nos inmovilizan y cuanto más luchamos contra ello, más nos enredamos. 

El otro día paseando por Donosti me encontré una tela de araña impregnada de rocío. Preciosa y precisa. Es una obra de arte para atrapar víctimas. Me generó curiosidad saber más: cómo se crea, qué ocurre cuando algún animal cae en ella, qué hace que las víctimas queden atrapadas en ellas…, y de pronto, me di cuenta que nuestros pensamientos son grandes telas de araña.

 

¿Cómo se crean las telarañas?tela de araña

Las telas de araña son trampas elaboradas de forma concienzuda, son perfectas. Son trampas pegajosas que las arañas biosintetizan a través de glándulas de hilado del abdomen.

Sus hilos son más fuertes y resistentes que el propio acero. La seda de araña es 5 veces más resistente que el acero y 30 veces más elástica que el nailon. A la vez es tan ligera que, si pusiésemos una hebra que rodease todo el planeta Tierra a su alrededor, pesaría tanto como una pastilla de jabón. Es una maravilla de la naturaleza que el hombre aún no ha conseguido emular.

Nuestros pensamientos son así de resistentes. A veces muy difíciles de quitárnoslos de la cabeza. Al mismo tiempo son elásticos, cambian de forma con una rapidez increíble, una y otra vez, se trasforman y cambian.

Construir una telaraña es en sí un gran gasto de energía debido a la gran cantidad de proteínas que se necesita en la formación de la seda. Nuestros pensamientos, sobre todo esos pensamientos reiterativos, machacones, negativos, ese «debí decirle esto, porqué no he hecho esto otro, vaya mierda, mira lo que me ha dicho, soy idiota…», también nos consumen una gran cantidad de energía y recursos.

 

¿Qué ocurre cuando algún animal cae?

La araña, después de hilvanar su tela, espera oculta sobre o alrededor de ésta a que una presa quede atrapada. La araña puede sentir el impacto y el forcejeo de una presa por las vibraciones transmitidas a través de los hilos de la tela y avanza hacia ella para morderla, paralizarla, envolverla y que así no se escape. Igual nuestra mente, una vez siente que hay un pensamiento que ha generado una tensión, lo atrapa.

 

¿Qué hace que las víctimas queden atrapadas?

En el caso de tus pensamientos, míralos y decide tú.

Después de un tiempo, la seda pierde ese poder de adhesividad y deja de ser útil para capturar presas. Sólo cuando somos conscientes de ese pensamiento que pasa por nuestra mente una y otra vez, que nos persigue, que se adhiere a nosotros, nos atrapa y no podemos desahernos de él, sólo cuando nos paramos a pensar cómo nos está afectando, comienza a perder su efectividad.

¿Qué pensamientos negativos me están atrapando e inmovilizando para avanzar?

evaluque@coachingecologico.com

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