En mis sesiones de coaching me encuentro frecuentemente con personas que me cuentan la dificultad que tienen para concentrarse en una única tarea y los problemas y sensaciones que ésto le produce. Esto choca contra los principios que todos necesitamos para realizar actividades que nos permitan vivir nuestro día a día y evolucionar, por lo tanto enemigo de la productividad y la organización. Hay varios tipos de comportamientos:
- La Procrastinación, el arte de de dejar las tareas para más tarde por pereza, incomodidad o confianza, entre otras causas. Nuestra mente crea algunas de las teorías y razonamientos más increíbles, complejos y convincentes para justificar el no hacer tal cosa ahora, y dejarlo para «más tarde».
- Déficit de atención. ¿Cuántas veces te has puesto a hacer ese informe y de pronto has sentido sed y al ir a la máquina del agua, has visto que la impresora no tenía papel y has ido a buscar el papel para reponerlo y has recordado que no habías enviado el email y te has ido a tu mesa?. Resultado, ni has bebido agua, ni has repuesto el papel y, lo más importante, no has hecho tu informe. Esto también se da en casa, me dispongo a hacer la comida porque en un rato llegarán los amigos a los que he invitado a comer PERO me acuerdo de que tengo el mantel en la ropa para planchar, me voy rápidamente al cuarto de la plancha y encuentro que la maceta está flojita, voy al baño para echarle agua y al pasar por el espejo veo que tengo unas ojeras terribles, me dispongo a ponerme un poco de maquillaje y al abrir el armario para sacarlo, me encuentro unas tijeras y aprovecho para quitarme la etiqueta del vestido que estoy estrenando y que me pica desde hace un rato. Bueno, esto más o menos.
¿Por qué ocurre esto? y sobre todo, ¿cómo podemos evitarlo?
Las razones pueden ser variadas: depresión, una personalidad de soñador con mente voladora, exceso de autoconfianza, la «costumbre» de hacer varias cosas a la vez que se ha ido deformando hasta llegar a este punto …
Descartada la depresión, una de las soluciones posibles para no postergar la realización de una tarea o proyecto, podría ser desglosar una tarea en casi todas sus partes componentes. Una vez que está descompuesta, le asignamos una hora y un tiempo de realización y nos mentalizamos de que ha de cumplirse tal cual para poder ejecutar la siguiente. De esta forma engañamos al cerebro, ya no es una tarea sólo sino que son tantas que hay que ser riguroso para cumplir con ellas. Otra opción es trabajar durante un tiempo con alguien muy riguroso con la ejecución de las tareas y el tiempo, así ayudamos al cerebro a modificar los hábitos y la forma de trabajar.
Si te sientes identificada o identificado con estos comportamientos, te invito a que pruebes estas sugerencias y me cuentes. Tus opiniones son bienvenidas. Gracias