Seguir en el camino ante las dificultades. Confianza

Cuando decides trabajar para conseguir un objetivo, meta, reto o como quieras denominarlo y eliges la forma  que tomará ese CAMINO, analizado concienzudamente pros, contras, lo que necesitas y la forma de llegar a tu destino, estás mentalmente enfocándote hacia él, estás viendo cómo será y eso hace que se convierta en real, en posible dentro de tu mente. Tus posibilidades de éxito aumentan.

Este es el primer paso para comenzar a conseguir lo que deseamos y es muy importante tenerlo bien estructurado (dedica unos minutos a Emprender el camino). Puede ocurrir que a pesar de haber analizado bien cómo será, puedan surgir dudas y no lo veas claro.

Las debilidades

– El mayor enemigo de nuestro camino suele ser que pasado un tiempo, ya no vemos tan importante llegar a nuestro destino porque hay cosas que nos apetecen más y empezamos a sentir que perdemos ese compromiso que nos había llevado a pensar que no había huracán que nos apartase de él.  Esa suele ser una de las razones por las que finalmente sucumbimos al placer de las cañas, las terrazas, los viajes, el dejarse llevar… ya no recordamos la importancia del motivo que nos puso en camino. Claro que tarde o temprano llega un momento en que sí lo recordamos y si lo hemos abandonado, empezamos a reprocharnos a nosotros mismos.

– Otra de las razones suele ser el miedo. Miedo al fracaso, al qué dirán, a perder el tiempo, salud, dinero, personas… Piensa cómo de real es ese miedo, cómo de posible es que eso ocurra. Seguramente, cuando lo hayas analizado serenamente, descubrirás que es bastante poco probable y que además si no lo intentas, no habrás luchado contra ese miedo y podrá seguir limitándote en el futuro.

Levántate y anda

– Otra de las razones suele ser la aparición de dificultades. Cuando está llano y con un paisaje bonito, ¿quién no quiere disfrutar de un buen paseo? pero cuando aprieta la calor y el terreno se hace cuesta arriba, no tienes sombra donde meterte y estás cansado o te llueve y tienes frío, te preguntas ¿quién me manda a mí meterme en estos berengenales con lo bien que estaba yo, tan cómodamente?.

Cualquier excusa puede ser  buena para abandonar cuando los motivos que llegaron a emprender el camino no eran los adecuados.

A veces se dan causas mayores y hemos de posponer el viaje por un tiempo, pero sabemos que simplemente lo estamos posponiendo, aplazando. El compromiso sigue ahí.

Cómo luchar contra los boicoteadores

Recapitula. Analiza cómo ha sido el proceso. El momento en que pensabas en tu aventura, en que analizabas todos los aspectos y trazabas tu ruta, cada paso que has dado hasta el momento en que te encuentras. Analiza qué has hecho bien, qué podrías mejorar y qué necesitas para continuar. A partir de este análisis, como los GPS, recalculando. Rectificar es de sabios. Estás a tiempo.

Mantén presente tu objetivo y la motivación que te llevó a él. La PNL es una herramienta fabulosa para esto a través por ejemplo de anclajes o el círculo de la excelencia.  Esto te permite asociar la sensación de logro con algún elemento visual, sonoro o de sensaciones y es muy poderoso que cada vez que lo veas, oigas, toques o sientas, recuperes esa sensación de determinación en «lo voy a conseguir».  Un experto te puede ayudar a crear este anclaje poderoso. Los grandes deportistas los utilizan continuamente para conseguir los recursos que tienen. Un ejercicio sencillo que puedes realizar por ti mismo, es una vez has analizado tu razón para llevar a cabo tu proyecto, tu camino, centrarte en esa sensación y asociarla a algún objeto, por ejemplo, una pulsera, un anillo … algo que lleves frecuentemente. Cada vez que lo veas o toques, te recordará tu objetivo y te dará fuerzas para seguir.

– Rodéate de personas que te animen en tu proceso, que te apoyen si necesitas algún nuevo recurso. Busca

Permítete ser ayudado

alianzas en personas con la actitud que pueda ayudarte a conseguir tu meta, personas que ya lo hayan hecho anteriormente o personas que estén trabajando en un objetivo como el tuyo o similar. Establece alianzas. No temas a pedir ayudar o a apoyarte en otros. Un coach puede ayudarte no sólo para establecer tu plan de acción, sino también para mantenerte en él.

Recuerda tu recompensa. Si cuando trazas tu plan para alcanzar tu objetivo, incluyes una recompensa, pensar en ella puede ayudarte a seguir en tu propósito. ¿Por qué no te premias después de tanto esfuerzo, consiguiendo algo más incluso que la inmensa satisfacción de tu logro?.

Por último, y muy importante diviértete en el camino. Disfruta cada momento, celebra cada éxito y siéntete orgulloso por ello.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio