Dicen los expertos que se necesitan 10.000 horas de entrenamiento para ser el mejor en algo. Pero ¿cómo haces para no sucumbir a la pereza y practicar tanto?
La clave es crear una estrategia para que nuestra mente esté de nuestro lado.
¿Cuál es mi estrategia para ganarle a la pereza?.
Defino claramente qué es lo que quiero conseguir. Cuanto más específico, cuanto más pueda medir si lo he conseguido, mejor. Cuanto más lo defina en el tiempo menos escapatoria dejaré para que mi mente se disperse y además evitaré el “bueno, un poquito más tarde”. Por ejemplo “voy a escribir un artículo sobre cómo vencer a la pereza en menos de 500 palabras en 30 minutos y lo voy a colgar en mi web, facebook, twitter y linkedin en 15 minutos más. Procuro que sea realista pero al mismo tiempo establezco un tiempo que me rete para así evitar el dispersarme.
- Luego establezco para qué quiero hacerlo. Por ejemplo quiero escribir el artículo para responder a una pregunta que me han hecho dos veces esta semana y así quedarán respondidas. Si a mí me ayuda, a otros también puede serles útil. Si no tienes un para qué, en los momentos duros, en los momentos en que las cosas se pongan difíciles, te darás por vencido.
- Establezco un plan. Hago un rápido esquema de qué pasos voy a seguir para escribir el artículo. Por ejemplo, introducir el tema, enumerar los pasos, leerlo, publicarlo en web, copiar el enlace, pegarlo en facebook, twitter y linkedin. En este caso es un repaso rápido, en otras me puede llevar mucho más tiempo.
- Me asocio a mi reto y me visualizo haciéndolo y disfrutando mientras lo hago. La primera vez que haces algo te cuesta más, pero cuanto más lo repites más fácil es. Primero me imagino durante unos segundos cómo lo estoy haciendo e inmediatamente me pongo a ello. Pruébalo. No veas qué fácil es.
- Me pongo un premio. No vale sólo la satisfacción de haberlo hecho. Prémiate, te lo mereces.¿Te martirizas cuando lo dejas y no te premias por hacerlo?. ¿Qué consecuencias crees que tiene esto en tu mente?. Agradécete tu compromiso
Los 3 niveles de trabajo para conseguir cualquier reto
Si te das cuenta, trabajo a tres niveles:
- Con la parte más intelectual al pensar qué es lo que quiero, para qué, cómo lo voy a hacer.
- Con el componente emocional, disfrutando mientras visualizo que lo hago y tanto cuando diseño mi premio y cuando me lo doy.
- Con el cuerpo poniéndolo en marcha ya desde la fase de visualización y siendo consciente de lo que estoy haciendo mientras lo hago.
Si tienes un equipo de personas a tu cargo, pregúntate ¿cómo puedo aportar yo éste u otro sistema a las personas con las que trabajo?.
Todo hábito no es más que entrenamiento. ¡Feliz entrenamiento!